Bitcoin cae por debajo de los 86.000 dólares mientras el mercado cripto gira hacia activos refugio.

El mercado de criptomonedas arrancó la semana con correcciones contundentes, lideradas por Bitcoin, que perdió el nivel de los 86.000 dólares, y por Ethereum, que registró un descenso aún más acusado. El movimiento se produce en un contexto de creciente aversión al riesgo, donde los inversores optaron por reducir exposición a activos volátiles y buscar posiciones más defensivas.

En las últimas 24 horas, Bitcoin retrocedió un 4,4% hasta situarse en torno a los 85.600 dólares, mientras que Ether cayó cerca de un 6,5%, cotizando alrededor de los 2.900 dólares. La presión vendedora fue generalizada: BNB, XRP y Solana también registraron descensos relevantes, reflejando un cambio de sentimiento a nivel de mercado.

Según analistas del sector, no hubo un catalizador específico dentro del ecosistema cripto que explicara el movimiento. La caída coincidió con la apertura de los mercados bursátiles estadounidenses, donde las acciones comenzaron la sesión en negativo y arrastraron consigo a los activos de mayor riesgo. Índices como el S&P 500 y el Nasdaq cerraron con ligeras pérdidas, reforzando el tono defensivo.

Otro elemento clave fue la reducción de la liquidez típica del cierre de año. En este contexto, los movimientos tienden a amplificarse, especialmente durante el horario de negociación en Estados Unidos. Como señalan varios expertos, “cada retroceso se convierte rápidamente en una caída más amplia” cuando el volumen es limitado.

El reciente recorte de tipos de interés de la Reserva Federal, de 25 puntos básicos, apenas logró sostener al mercado. A pesar de ser el tercer recorte del año, el impacto fue limitado frente a un panorama macroeconómico todavía incierto y a la espera de nuevos datos de inflación en Estados Unidos. Esto ha llevado a muchos operadores a adoptar una postura más cauta, reduciendo apalancamiento y aumentando la sensibilidad de los precios ante flujos relativamente pequeños.

En paralelo, surgieron comentarios sobre un posible impacto adicional desde China. Algunos participantes del mercado apuntaron al cierre de granjas de minería en Xinjiang, lo que habría dejado fuera de línea a cientos de miles de equipos, reduciendo temporalmente el hashrate de la red de Bitcoin. No obstante, varios analistas coinciden en que no existen evidencias claras de ventas masivas por parte de los mineros y que cualquier efecto sería puntual.

A corto plazo, la combinación de incertidumbre macro, liquidez reducida y rotación hacia activos refugio podría seguir presionando al mercado cripto. Sin embargo, desde una perspectiva fundamental, muchos expertos consideran que estos episodios forman parte de ajustes normales del mercado y que los fundamentos de Bitcoin y del ecosistema siguen intactos.

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