Resumen diario | Bitwise anticipa nuevos máximos históricos de Bitcoin en 2026 mientras crece el interés institucional en cripto.

Los mercados de criptomonedas continúan mostrando dificultades para ganar tracción en el corto plazo, presionados por incertidumbre macroeconómica, liquidez reducida de fin de año y una rápida rotación hacia posiciones defensivas. Aun así, varias señales apuntan a un interés estructural creciente en el ecosistema cripto, especialmente por parte de actores institucionales.

Uno de los mensajes más destacados llega desde Bitwise. Su CIO, Matt Hougan, considera que Bitcoin romperá el histórico ciclo de cuatro años y alcanzará nuevos máximos históricos en 2026. Según Hougan, los patrones que han definido anteriores ciclos alcistas y bajistas se están debilitando debido a varios factores estructurales.

Entre ellos, señala el impacto decreciente de los halvings, unas expectativas de tipos de interés más bajos y la reducción de episodios de colapsos impulsados por un exceso de apalancamiento. En conjunto, estos elementos estarían eliminando algunos de los detonantes clásicos de los ciclos extremos del pasado.

Hougan también espera una aceleración de la adopción institucional, impulsada por grandes plataformas de gestión patrimonial y firmas de Wall Street que ampliarían su exposición bajo un marco regulatorio estadounidense más favorable. En este contexto, prevé que la volatilidad de Bitcoin siga descendiendo en 2026, destacando que durante 2025 fue incluso menos volátil que acciones como Nvidia, gracias a la expansión de vehículos tradicionales como los ETF.

Otro punto clave de su análisis es la menor correlación entre Bitcoin y los mercados bursátiles. Según Hougan, los catalizadores propios del sector cripto podrían sostener los precios incluso si las bolsas enfrentan presión por valoraciones elevadas o un crecimiento económico más lento. Todo ello configuraría una “triple combinación” poco habitual: altos retornos, menor volatilidad y correlaciones a la baja, capaz de atraer decenas de miles de millones de dólares en capital institucional.

En paralelo, Ark Invest, la firma liderada por Cathie Wood, aprovechó la reciente corrección del mercado para comprar el dip en varias compañías vinculadas al sector cripto. La gestora destinó millones de dólares a acciones de BitMine, Coinbase, Circle, Block y Bullish, reforzando su exposición durante una jornada de ventas generalizadas.

Concretamente, Ark adquirió cerca de 17 millones de dólares en BitMine, 16,3 millones en Coinbase y 10,8 millones en Circle a través de sus fondos ARKK, ARKW y ARKF. Estas compras se produjeron tras fuertes caídas diarias, con descensos de hasta doble dígito en algunos de estos valores. El movimiento se alinea con la visión de Wood, quien recientemente apuntó a que las fuerzas deflacionarias impulsadas por la innovación tecnológica podrían provocar un cambio macro relevante el próximo año.

Fuera de Estados Unidos, Japón también avanza en la integración entre finanzas tradicionales y blockchain. El conglomerado financiero SBI Holdings anunció una alianza con Startale Group para lanzar una stablecoin vinculada al yen, totalmente regulada, con vistas a su uso en liquidaciones globales e institucionales a partir del segundo trimestre de 2026. El proyecto se apoyará en la infraestructura financiera de SBI y en la experiencia web3 de Startale, vinculada a la red Ethereum Layer 2 Soneium, respaldada por Sony.

En el ámbito de los pagos, la fintech RedotPay cerró una ronda Serie B de 107 millones de dólares, liderada por Goodwater Capital y con participación de firmas como Pantera Capital, Blockchain Capital y Circle Ventures. La compañía, centrada en pagos con stablecoins, afirma procesar más de 10.000 millones de dólares en volumen anualizado, con más de 6 millones de usuarios en más de 100 mercados, y planea utilizar el capital para expandir producto, cumplimiento regulatorio y adquisiciones estratégicas.

Por último, un hito relevante para el mercado regulado: los ETF spot de XRP en Estados Unidos superaron los 1.000 millones de dólares en entradas netas acumuladas desde su lanzamiento en noviembre. A pesar de un entorno macro prudente, las entradas constantes reflejan un creciente apetito institucional por exposición regulada más allá de Bitcoin y Ethereum, especialmente en activos con mayor claridad regulatoria y narrativas diferenciadas.

En conjunto, aunque el corto plazo siga dominado por la cautela, estos movimientos refuerzan la idea de que el interés institucional en cripto continúa ganando profundidad, sentando las bases para la próxima fase del mercado.

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